jueves, 26 de septiembre de 2013

Diente de León


El Diente de León (Taraxacum officinale) probablemente se trate de la planta silvestre más común y conocida, originaria del hemisferio norte y completamente extendida por todo el mundo. Podemos encontrarla durante prácticamente todo el año, con flor, con fruto, con ambos o sin ninguno. Si bien es considerada generalmente como una mala hierba, tiene múltiples usos como alimento o por sus propiedades medicinales (incluso existe una disciplina dedicada al estudio de los beneficios de su utilización: la "taraxoterapia").



Se trata de una planta perenne y vivaz, con una gruesa raíz de la que emergen varios tallos muy cortos formando una roseta de hojas lanceoladas en su base, con el clásico dentado que le da su nombre. Al extremo de un pedúnculo cilíndrico hueco se dispone la flor hermafrodita solitaria, con forma de capítulo como todas las asteráceas, de color amarillo vivo con cientos de pétalos, y con cinco estambres soldados alrededor del estilo.




El origen de otro de sus nombres comunes, "meacamas" proviene del interior de este pedúnculo, que rezuma un jugo lechoso amargo (látex), también presente en su raíz, rico en caucho, del que incluso se han citado plantaciones para aprovechar esta característica.



Su fruto, minúsculo (no llega a 3 mm.) es un aquenio estriado unido a un filamento de más de 1 cm. que finaliza en un vilano (penacho de pelos blancos). Los múltiples frutos quedan sujetos por las brácteas del pedúnculo hasta que están maduros formándose una esfera completa ("panadero", "abuelo"), liberándose con ayuda del viento (o del soplido de un niño... ¡cuántas veces recuerdo haber soplado!) y diseminándose de esta forma por todo el territorio, ampliando su difusión con cada fructificación.



Su nombre científico procede del persa "tharakhchakon", tomándose como un sinónimo de achicoria, aunque otros autores atribuyen su origen al griego ("taraxis", curador de molestias), siendo Avicena quien la integró con su denominación latina actual. Y su apellido denota la utilización en la oficina (farmacia) desde tiempos inmemoriales. De todas formas, botánicamente se trata de un género bastante complicado, con un montón de subespecies o variedades descritas.



Al ser una planta tan omnipresente, los nombres comunes son tantos como los pueblos que la conocen, aludiendo a una u otra de sus muchas propiedades atribuidas. La denominación inglesa (dandelion) se importó desde el francés ("dent de lion") y los nombres comunes en castellano hacen referencia al dentado de sus hojas ("Diente de León"), al líquido que exudan los pedúnculos de sus flores y frutos ("Meacamas", "Lechiriega"), al sabor amargo de su látex y de sus hojas ("Amargón"), a su parecido con otras plantas de uso común ("Achicoria amarga", "Achicoria amarilla"), al color amarillo intenso de sus flores ("Botón de Oro", "Corona de Fraile"), a su utilización en la mesa de sus hojas como ensalada ("Lechuguilla") o a la característica bola blanca de vilanos de su fruto ("Panaderos", "Abuelos").



Aparte de su utilización en la cocina como verdura (por cierto, bastante nutritiva) o como "delicatessen" (sus flores rehogadas en aceite de oliva tienen un sabor exquisito y las más frescas pueden prepararse en pastel, o elaborarse una mermelada con su decocción), como sustituto del café (al igual que la achicoria, su raíz desecada y tostada tiene un sabor parecido y sin cafeína), como aromatizante de bebidas o como fuente de caucho, los usos medicinales del Diente de León son tan extensos que sería prolijo definirlos aquí (os dejo algunos enlaces al final de esta entrada, incluso con alguna receta).


Fundamentalmente se utiliza para trastornos digestivos, como diurético y depurativo (evita la aparición de piedras en el riñón, despeja las resacas del alcohol, elimina el estreñimiento) y para enfermedades hepatobiliares. Sus principios activos incluyen agentes antibacterianos, por lo que también es recomendado su uso tópico para limpiar acné, verrugas o espinillas, así como calmar urticarias o eczemas.


Principalmente se utiliza su raíz, su látex y sus hojas, pero también puede elaborarse una infusión colagoga con sus flores... o el denominado "Dandelion Wine", muy extendido en la época victoriana, que se elaboraba con flores frescas maceradas con azúcar, uvas pasas, naranjas y limones... Podemos afirmar que el Diente de León que es "el cerdo" vegetal... se aprovecha todo.



A sus semillas, separadas de los vilanos, se le atribuyen desde antiguo propiedades adivinatorias (cuando se soplan cierto número de ellas sobre un plato, las que quedan pueden indicar los años de vida o el número de descendientes). Además, al tratarse de una flor ubicua en praderas y por su presencia durante prácticamente todo el año, es una especie de interés apícola, que entrega buena cantidad de néctar y polen.


Aunque muy probablemente de origen europeo, en la actualidad se ha extendido por todos los continentes pudiéndose observar en caminos, pastos, prados, cunetas, bordes de cultivos y en todos los jardines como "maleza" (en consideración de los jardineros), sobre todo en sustratos nitrificados; su presencia indica un suelo rico en nutrientes. Dentro del viejo continente sus citas nos llevan hasta los 2000 msnm, pero en los países andinos pueden encontrarse ejemplares a más de 4000 msnm.



Árbol taxonómico: Magnoliopsida / Asterales / Asteraceae / Taraxacum / Taraxacum officinale, Weber ex F.H.Wigg [sin.: Leontodon taraxacum L., Taraxacum dens-leonis Desf., Taraxacum retroflexum Lindl.]

Nombre en inglés: Dandelion
Nombre común: Diente de León, Amargón, Meacamas, Achicoria amarga, Botón de oro, Achicoria amarilla, Taraxacón, Lechiriega, Corona de fraile, Lechuguilla, Panaderos, Abuelos

Distribución: Todo el mundo, desde nivel del mar hasta los 4000 msnm. Originario de Europa, actualmente se distribuye por los cinco continentes, en suelos principalmente nitrogenados.





(c) Javier Díaz Barrera, 2013.

jueves, 19 de septiembre de 2013

Parageron


Dentro del numerosísimo grupo de los bombílidos, también llamados "moscas abeja" (de los que hablaremos en una próxima entrada sobre el género Bombylius), destaca por su vistosidad este género, del que podemos encontrar en León dos representantes que podéis ver en las fotos: Parageron gratus (en latín "agradable") y Parageron incisus (en latín "cortado"). Ambos son muy similares, siendo este último un poco más grande y con las alas un poco más oscuras, como ahumadas.




Como muchos otros dípteros, estos pequeñajos recurren al mimetismo batesiano, el cual conocemos por la entrada sobre los sírfidos y que consiste básicamente en adoptar más o menos el aspecto de un himenóptero, intentando confundir a los depredadores y advirtiendo de su posible toxicidad por los colores amarillo-negro y el abdomen rayado.



Con un tamaño nunca superior a 1 cm. (P. gratus no suele sobrepasar los 5 mm.), se conoce poco del desarrollo de estos dípteros. Se sabe que sus larvas parasitan otras especies -Coleoptera, Himenoptera, Caelifera y Lepidoptera aún por determinar; incluso se han citado casos de hiperparasitismo, es decir, parásitos de otros parásitos como Icneumonidae-, dependiendo su longitud y envergadura definitiva como imago del propio tamaño del huésped donde se hayan desarrollado. Su ciclo vital no está suficientemente documentado, como el resto de Bombyliidae, poseyendo como estos una probóscide a guisa de tubo succionador, que en algunas especies puede llegar a superar la longitud del cuerpo.



Curiosamente, pese a que la familia de los bombílidos es muy variada (cerca de 5000 especies; continuamente se están describiendo nuevos hallazgos), está muy poco estudiada, ya que el número de sus miembros nunca es muy abundante porque sus huevos, puestos cerca de los nidos de los huéspedes (fundamentalmente himenópteros: abejas y avispas), dependen de éstos para desarrollarse, sabiéndose muy poco sobre los estados intermedios y la evolución desde el huevo hasta el individuo adulto.


 

Cuando comienzan a aparecer las primeras flores al final del invierno ya podemos ver ejemplares de Parageron libando en flores amarillas como las del diente de León y azules como el Lino. Son bastante pacientes, por lo que se dejan fotografiar sin problemas. Existe una forma muy fácil de distinguir a machos y hembras. Junto con el tamaño mayor de estas últimas, se da la circunstancia de que los machos tienen los ojos juntos (holópticos), mientras que las hembras los tienen separados (dicópticos). Además, las bandas amarillas del abdomen son más estrechas en los machos.



Según los pocos datos que he podido reunir de este género, parece ser que el área de distribución del P. gratus comprende el sur de Europa (España, Portugal e Italia) y el norte de África, mientras que P. incisus tiene un área más amplia que incluiría una franja mayor del continente europeo (zona mediterránea). Se han citado hasta los 2500 msnm. en variedad de hábitats, sobre todo praderas y matorrales.


Árbol taxonómico: Arthropoda/ Insecta / Diptera / Bombyliidae (Latreille, 1802) / Parageron (Paramonov, 1929) / P. incisus (Wiedemann, 1830) | P. gratus (Loew in Rosenhahuer, 1856) -árbol en fauna europaea-

Nombre en inglés: Bee fly (genérico para bombílidos)
Nombre común: Mosca abeja (genérico para bombílidos)


Distribución: Zona mediterránea, sur de Europa y norte de África, hasta los 2500 msnm., desde finales del invierno hasta finales del verano.
Hábitat: Prados, pastizales, monte bajo, matorral, terrenos incultos, cunetas. Donde haya flores amarillas o azules.

(c) Javier Díaz Barrera, 2013