jueves, 25 de julio de 2013

Adelfilla pelosa


La Adelfilla pelosa (también pilosa) o hierba de San Antonio (Epilobium hirsutum) es una planta perenne (se extiende por rizomas) presente con profusión en toda España cerca de las corrientes de agua (arroyos, regatos) o de aguas estancadas, siempre en zonas húmedas con suelos ricos en nitratos, desde el nivel del mar hasta más de los 1500-1900 msnm. Florece desde principios del verano hasta finales del otoño (junio-octubre).


En lugares propicios puede crecer más de metro y medio (en ocasiones hasta los dos metros) y sus tallos son erectos, con hojas lanceoladas largas (7 cm.) y estrechas (1 cm.) que caen cuando aparecen las flores. Ambos (tallos y hojas) hacen honor a su nombre, estando cubiertas de una ligera pilosidad, más abundante en la parte superior de la planta.


Las flores se reúnen en racimos de hasta 20 unidades de color morado-púrpura a rosáceo en forma de cono invertido con cuatro pétalos con escotadura y 8 estambres, y del gineceo surge un característico estilo casi del largo de la propia flor que finaliza en un peculiar estigma cuadrífido. El fruto es una cápsula grande con pequeños compartimentos (5-8 cm.) cubierta de pelos y con varias semillas ovoidales en su interior.




Especie originaria de la Europa mediterránea, se encuentra extendida por toda la región paleotemplada, habiéndose introducido en el norte del continente americano. Existe una variedad de flores más pequeñas (E. parviflora), más común cuanto más al norte.



Tradicionalmente utilizado como astringente y para tratamiento de heridas en la piel o problemas bucales y faringitis, en la actualidad se le han descubierto principios activos para el tratamiento de la gripe, problemas prostáticos y como antitumoral.


Árbol taxonómico: Magnoliopsida / Myrtales / Onagraceae / Epilobium / Epilobium hirsutum, L. 1753 [sin. E. villosum, E. tormentosum, E. serratum, E. ramosum, E. sericeum, E. laetum, E. amplexicaule, E. aquaticum]


Nombre en inglés: Great willowherb, Hairy willow-herb
Nombre común: Adelfilla pelosa, hierba de San Antonio, laurel de San Antonio


Distribución: Zonas templadas del hemisferio norte hasta cerca de los 2000 msnm.
Hábitat: Suelos nitrogenados y húmedos, preferiblemente cercanos a corrientes de agua o aguas estancadas.


(c) Javier Díaz Barrera, 2013

sábado, 20 de julio de 2013

Ninfa de arroyos


Hoy os presento a la que es sin duda uno de nuestros ninfálidos más bellos: la Ninfa de arroyos (Limenitis reducta), a la que encontraremos siempre cerca de corrientes de agua, buscando el sol entre los árboles o entre las zarzamoras y "peleándose" con cualquier intruso por su territorio.


Con una envergadura de aproximadamente 5 cm., está presente en toda la Europa mediterránea (salvo el sur de la península ibérica) hasta los 1800 msnm., desde la primavera hasta finales del verano en dos o tres generaciones (dependiendo de la meteorología).



Su planta nutricia es la Madreselva en sus diferentes manifestaciones (Lonicera etrusca, L. peryclimenum, L. caprifolium, L. japonica, etc.), siendo su oruga verdosa con una línea lateral blanca y múltiples espinas de color gris, invernando en este estado hasta la primavera siguiente.



La pigmentación azul presente en el anverso de sus alas, con la reflexión de la luz del sol, hace que percibamos distintos colores según el ángulo de visión (como podéis observar en alguna de las fotos que os presento), yendo de tonos negros o grisáceos a azules oscuros o violáceos, siendo complicado capturar en una foto estos últimos brillos cuando vuela. Su reverso es si cabe aún más bello, con dibujos y manchas blancas, anaranjadas, marrones y negras en una perfecta combinación.


Con un vuelo ágil y preciso entre las hojas de los árboles, los machos defienden su territorio al igual que otros ninfálidos (Polygonia, Brintesia, etc.) y suelen posarse a bastante distancia del suelo para poder visualizar "sus posesiones", por lo que casi siempre vamos a necesitar un teleobjetivo para poder fotografiarla.


Gusta de absorber las secreciones melíferas de los áfidos presentes en las hojas de los árboles, así como el almíbar de los frutos caídos, visitando en ocasiones los "bebederos" en busca de su ración de minerales.


Su vuelo grácil y majestuoso combina largos planeos con aleteos rápidos, siempre oteando su parcela de terreno en busca de posibles competidores, defendiendo con arrojo sus dominios.


Árbol taxonómico: Animalia / Arthropoda / Hexapoda / Insecta / Lepidoptera / Nymphalidae / Limenitis / Limenitis reducta (Staudinger, 1901) [sin. Azuritis reducta, Limenitis rivularis]

Nombre en inglés: Southern White Admiral
Nombre común: Ninfa de arroyos, Ninfa del bosque


Distribución: Europa mediterránea (no está presente en el sur de la península ibérica).
Generaciones: Dos o tres de mayo a septiembre.

Hábitat: cercanías de corrientes de agua en sotobosque, caminos con sombra; hasta los 1800 msnm.
Plantas nutricias:  Madreselva (Lonicera etrusca, L. peryclimenum, L. caprifolium, L. japonica, etc.).




(c) Javier Díaz Barrera, 2013.

jueves, 11 de julio de 2013

Viborera


El género Echium, perteneciente a las boragináceas, está representado por más de 50 especies, desde los enormes tajinastes canarios (más de 3 m. de altura) hasta la viborera (Echium vulgare). Repartidas por todo el hemisferio norte, son habitantes habituales de tierras removidas, pastos, terraplenes y eriales, tiñendo de azul los campos desde principios de la primavera hasta bien entrado el verano.


Se trata de una planta bienal, arrancando con una roseta el primer año y creciendo en altura su tallo rígido durante el segundo. Pese a que la planta es ligeramente tóxica, se trata de una de las flores más visitadas por las abejas, considerándose una excelente melífera. Sus flores, de color morado intenso cuando están en capullo, se van volviendo azules y magentas conforme van emergiendo. Del tubo formado por sus pétalos semisoldados emergen los larguísimos filamentos de los estambres, también de color lila o morado. Todo el tallo está cubierto de una áspera pilosidad y salpicado de manchas negras.



Tradicionalmente, sus flores frescas machacadas se han utilizado para curar uñeros y forúnculos y de su raíz se obtiene un colorante rojo intenso. Su nombre proviene del griego "Ekios", víbora, ya que su pequeño fruto se asemeja a la cabeza de este animal, habiéndose utilizado desde la antigüedad como remedio para sus picaduras. El jugo obtenido de la planta se utiliza en cosmética como emoliente.


El color de sus flores (debido a su reflexión ultravioleta captada por los ojos facetados) atrae a numerosos insectos polinizadores, desde mariposas (la Aporia crataegi es una "asidua" de esta planta) hasta coleópteros, pasando por bombílidos, hemípteros e himenópteros. Es raro encontrar un tallo completo sin "visitantes" en su época de floración.



La mayoría de las fotos que os presento son de Echium vulgare (probablemente existan varias subespecies), que raramente supera el metro de altura. Pueden aparecer tallos aislados, pero en la mayoría de ocasiones son grupos bastante numerosos. No es una planta que soporte muy bien la sombra, ya que requiere la luz del sol para su crecimiento, si bien resiste perfectamente las heladas del norte. La proliferación de esta planta los últimos años es indicadora de la sequedad y abandono de los antiguos cultivos.


Al ser una planta tan común en nuestros campos, la nomenclatura popular es muy variada y curiosa, incluyendo un nombre peculiar: "paquetequieromañosa", que indica la poca utilidad para el ser humano de la viborera.



Árbol taxonómico: Magnoliopsida / Lamiales / Boraginaceae / Echium / Echium vulgare, L. 1753

Nombre en inglés: Viper's Bugloss, Blueweed
Nombre común: Viborera, Buglosa, Hierba Azul, Lengua de Vaca, Paquetequieromañosa, Culebrera, Lengua de toro, Lengua de Buey, Hierba cerruda, Borraja brava, Viperina, Chupamieles


Distribución: Todo el hemisferio norte, casi hasta el Ecuador y hasta más de los 2000 msnm. En las Islas Canarias existen varias especies endémicas.
Hábitat: Suelos nitrogenados de zonas soleadas, prados, terrenos baldíos, terraplenes, cunetas.





(c) Javier Díaz Barrera, 2013.