lunes, 6 de julio de 2015

Saponaria officinalis


Por fin puedo retomar el blog después del prolongado periodo de inactividad... y nada mejor para la reinauguración que hablaros de la Jabonera (Saponaria officinalis), una herbácea vivaz perenne que vive en suelos húmedos, preferentemente removidos o arenosos ya que necesita profundidad, cerca de cursos de agua, ríos, regatos, arroyos o bosques de ribera, con un largo rizoma trepador que se extiende lateralmente y da origen a brotes aéreos.


Es típica de terrenos incultos pero frescos o húmedos. Oriunda de la zona mediterránea, alcanza una altura de hasta un metro. De su tallo fuerte y erguido, desprovisto de pilosidad surgen de forma alterna unas hojas elípticas, las de la base con peciolo, más largas y lanceoladas y las más altas, más cortas y sin peciolo, junto con los pedúnculos de donde surgen las flores (conviven en el mismo tallo flores secas con otras más frescas y aún sin brotar), generalmente blancas o rosadas (raramente más oscuras o amarillas), que desprenden un ligero y agradable aroma. Podemos encontrarla florecida durante todo el mes de julio y parte del de agosto.


Su cultivo en prácticamente toda Europa era frecuente para fabricar jabón, como indica su nombre común, pero también como planta medicinal en enfermedades del hígado y de las vías respiratorias, así como afecciones cutáneas (forúnculos, dermatosis, eczemas, acné, etc.). También existen variedades ornamentales, que se asilvestran fácilmente.


Es conveniente tener cuidado con su consumo indiscriminado, ya que resulta tóxica en altas dosis y hasta venenosa (irritación de las mucosas digestivas, hipersensibilidad, depresión de los centros nerviosos del sistema respiratorio y circulatorio), precisamente por su alto contenido en saponinas. Estas sustancias son las responsables de su utilización industrial, apreciándose sus propiedades detergentes. Para ello se utiliza el rizoma y las flores: se machacan para soltar las saponinas y se añade agua, produciéndose gran cantidad de espuma.


Se puede hacer un jabón líquido casero muy fácilmente tomando cincuenta gramos de Jabonera, una cucharada (de las de café) de hojas de Salvia, una cucharada sopera de Romero, un chorro de limón. Sobre esta mezcla se echa un litro de agua hirviendo. Se tapa, se deja reposar y se cuela. El líquido resultante se conserva en un frasco hermético para poder utilizarlo sin que se enrancie.




La utilización de la Saponaria a guisa de jabón data de la antigüedad, siendo su uso más frecuente para separar la grasa de la lana recién esquilada de las ovejas, por lo que también se conoce en algunos lugares como Lanaria o Yerba de bataneros, por su utilización en los batanes que golpeaban la lana.




De lejos puede llegar a confundirse con los géneros Silene o Lychnis, siendo muy sencillo discriminarla por el número de estilos de sus flores, únicamente dos, en lugar de los tres o cinco de las anteriores. Es planta nutricia casi en exclusiva de un par de especies de polillas (Hadena bicruris y Coleophora saponariella). Su fruto es una cápsula dividida por cuatro dientes.

Árbol taxonómico: Plantae / Magnoliophyta / Magnoliopsida / Caryophyllales / Caryophyllaceae / Saponaria officinalis (sin. S. vulgaris, Bootia saponaria, Bootia vulgaris, Lychnis officinalis, Lychnis saponaria o Silene saponaria)




Nombre en inglés: Soapwort, Growing Soapwort, Boucing Bet, Goodbye Summer
Nombre común: Jabonera, Saponaria, Hierba jabonera, Yerba lanaria, Flor del jabón, Hierba de Bataneros, Hierba de los jabones

Distribución: Originaria de la zona templadas mediterráneas, aparece en toda la península ibérica y prácticamente en toda Europa, desde los Urales hasta los Pirineos.


Hábitat: Zonas arenosas o con terreno suelto y húmedo. Preferentemente próximo a corrientes de agua, ríos, riachuelos, arroyos y canales, así como en zonas soleadas de ribera con capas profundas de tierra fértil.


(c) Javier Díaz Barrera, 2015

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