Vaya como aperitivo de la temporada 2016 las salidas de los pasados jueves y sábado por los alrededores de Boñar. El agua caída durante los meses de abril y mayo ha sacado a la luz una explosión de flora muy variada y abundante, y a su abrigo, van apareciendo los bichos...
Pero comencemos por la flora: cientos, miles de orquídeas; de todos los colores, tamaños y formas; con restos aún reconocibles de las primeras O. purpurea, o A. morio, sin duda ganaban por goleada las omnipresentes Anacamptis piramidalis:
Pero también nos encontramos O. sphegodes (una de ellas con una curiosa puesta que aún no he adivinado de qué especie puede ser)
Muchas, varios cientos de O. apifera, incluidos algunos híbridos (¡qué "raro"!)...
Las no muy comunes Anacamptis laxiflora:
Un par de ejemplares de Aceras anthropophora y zonas "copadas" por la orquídea del Lagarto (Himangoglossum hircinum), a la que alguien que conozco ha bautizado como "lagarterana":
En el apartado de flora cabría añadir, por la proximidad de la caliza, de la ribera y de los areneros, de toda la gama de especies que pueblan estos medios, léase Uña de Gato, Mantisalca, Salvia, Lino, Plantago, Lavandula, Anchusa, Malva, Papaver, toda la gama de leguminosas, gramíneas y compuestas.. en un auténtico vergel propiciado por la humedad del terreno.
En cuanto a lo que se refiere a lepidópteros, la "Reina del lugar" (como siempre, en lo más alto), la majestuosa Chupaleches (Iphiclides feisthamelii):
Para contrarrestar, la minúscula Cupido osiris, siempre muy activa:
Siguiendo con las mariposas y/o sus orugas, toca el turno de los heteróceros (mal llamados mariposas nocturnas o polillas). Aquí tenemos algún representante curioso, como las orugas trapecistas (prob. geométridos, pasando por la oruga de Aglaope infausta, que junto con las de la Aporia crataegi tenían literalmente "devorado" un majuelo que se encontraba a la vera del camino. Encontramos un ejemplar vistoso desde lejos de Diacrisia sannio, al que solo pude hacerle una foto, una Coscinia striata y una Chrysocrambus craterellus, suficientemente abundantes ambas como para hacerles una foto en cada salida de aquí a julio... y la más vistosa, que pude hacer por detrás y por delante: Euclidia mi. Infinidad de micros saltaban a cada paso que dábamos, imposible de siquiera acercarse a ellas (si mantenéis el ratón encima de la imagen os saldrá la leyenda con la especie).
El resto de bichos de las dos tardes pueden resumirse en "pocos" coleópteros (los más llamativos, los longicornios --Agapanthia cardui-- y tres Enicopus pilosus juntos), alguna araña cangrejo (Misumena vatia) merendando y otras acechando (Oxyopidae), un bicho asesino (Reduviidae), un, algún sírfido (Sphaerophoria scripta) o bombílido --Bombylius o Parageron-- libando, algún himenóptero haciendo la cama, un bibiónido reposando y varios libeloides (L. coccajus) preparándose para pasar la noche, además de una libélula (L. depressa) en el curso del arroyo. De nuevo colocando el ratón sobre la imagen veréis el nombre.
Y por fin, rematamos con el protagonista absoluto del jueves... este macho de Empusa pennata, como suele ser habitual en los mántidos, bastante colaborador cuando se trata de posar para las fotos...
Espero que este pequeño paseo por tierras del Porma haya sido de vuestro agrado, y espero veros por aquí en la próxima entrada. ¡¡SALUD!!
(c) Javier Díaz Barrera, 2016
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tus comentarios son siempre bienvenidos. Muchas gracias.